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sábado, 29 de diciembre de 2018

EL PENSAMIENTO DEL ESTRATEGA

No es un secreto para nadie la estrecha relación que existe entre ciertas disciplinas y el ajedrez. Casi sin discusión admite, por ejemplo, que un buen matemático es, en potencia, un fuerte ajedrecista (Euwe, Janisch), y que un experto psicólogo, también fuera ajedrecista, sería un peligroso adversario (Fine, Rey Ardid). Imaginen ustedes al fuerza de un ajedrecista que sea a la vez matemático y psicólogo como Lasker, quien además, era filósofo.
Por otra parte, algunos de los más notables matemáticos de todos los tiempos (Gauss, Euler) se han ocupado de famosos problemas relacionados con el universo del tablero (el de las ocho damas, el recorrido del caballo, el de los ocho alfiles, etc.).
Modernamente, los avances en el campo de la cibernética han reforzado todavía más el nexo entre ajedrez-ciencia. En el primer campo, los trabajos del ex campeón mundial Botvinnik, asimismo brillante ingeniero electrónico, resultan imprescindibles, más incluso para los investigadores de la cibernética que para el propio ajedrecista.
No es la idea de este articulo mencionar a los científicos que han jugado al ajedrez, sino recoger unas cuantas comparaciones y reflexiones acerca del ajedrez en otras áreas.
Pues precisamente en un revista de ajedrez encontré un artículo de Alfonso Rodríguez S. De Alva, el cual es profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Sevilla. Es un gran jugador de ajedrez y con la categoría "Old Master". Él menciona en esste artículo que una partida de ajedrez es comparable a una dirección de empresas. Decía al respecto: "Ambos tienen que luchar por el dominio de un mercado (en el caso del ajedrecista, el tablero) teniendo enfrente a un colega que anda siempre en la búsqueda de producir un dolor de cabeza al competidor (jugador o empresario). Ambos, jugador de ajedrez o empresario, disponen de determinados recursos, escasos por definición, para llevar a cabo su tarea: La rentabilidad económica y, acaso, anular o expulsar a la competencia del mercado, si se dirige a la empresa; y la ventaja material, o mejor aún, al mate al rey adversario, si se juega al ajedrez".
A este respecto enfatizaba:
"La utilización de los recursos (materiales y humanos) de forma adecuada producirá, seguramente, el éxito de esa dirección empresarial. La coordinación de sus movimientos y el aprovechamiento de la potencialidad de piezas y peones, marca el camino de la victoria para el jugador de ajedrez".
"Hay momentos de la actividad empresarial en los que, sin embargo, su director decide no emplear todos los recursos en los que pareciera su natural o más inmediato destino, la optimización de los resultados; sino que invierte una parte de aquellos en mejorar la tecnología, ampliar la red comercial o formar el equipo humano, por ejemplo, para buscar resultados o aquella rentabilidad de que hablamos, seguramente ampliada, a más largo plazo".
"Exactamente lo mismo (mejor estaría decir, con un paralelismo asombroso) sucede, se produce, en el curso de algunas partidas de ajedrez: se sacrifica material que ya no tomará parte de la lucha, para después recuperar con creces su valor, haciendo “daño” al adversario. Pero, si durante la apertura, planteamos un gambito (entrega de uno o más peones) no siempre se pretende con ello conseguir, de inmediato, la ventaja material. Es muy probable que sólo se busque, por ahora, un mejor emplazamiento de las piezas sobre el tablero y que eso propicie, más adelante, la obtención de una ventaja material decisiva, o una actividad tan apabullante que anule la del rival y éste pierda la cabeza... de su rey de madera. Plantear un gambito es pues, como invertir en desarrollo".
Esto me motivó a escribir este articulo, que es una extensión de la "teoría de juegos" aplicada al mundo empresarial, tomando como base el juego de ajedrez. La idea principal radica en transpolar la forma en que piensa un maestro de ajedrez a un directivo a tomar ciertas decisiones, sobre todo en lo referente a la Planeación Estratégica. 
Para ilustrar esto, veamos un ejemplo tomado de la Teoría de Juegos tradicional:
Dos compañáis de autobuses A y B tienen la misma ruta entre dos ciudades, por lo que están en lucha por una mayor parte del mercado.
Se supone que las compañías A y B consideran las tres mismas estrategias para ganar una mayor parte relativa del mercado como sigue:
A1 o B1 sirve refresco durante el viaje.
A2 o B2 introduce autobuses con aire acondicionado.
A3 o B3 anuncia diariamente la televisión en sus autobuses.
De acuerdo a las combinaciones, las ganancias o pérdidas se muestran en la siguiente tabla:
¿Qué decisión tomarán las compañías A y B?
Independientemente de la elección que se tome, es un problema muy estático, y en el mundo empresarial, las situaciones son mucho más dinámicas.
Este problema, aunque aparentemente tiene 9 respuestas posibles, en realidad hay muchas más soluciones que no se ven a simple vista. Viéndolo desde la perspectiva del ajedrez, veamos qué respuestas puede haber.
1. Se puede considerar esto como una amenaza (porque aún no se ha realizado la acción) con la cual se pretende obtener una ganancia, ya sea material o posicional. Cuando el contrincante no dispone de una réplica eficaz, entonces quiere decir que la amenaza es imparable, lo cual no parecer ser en nuestro ejemplo, puesto que, independientemente de a quién se le haya ocurrido la idea primero, el competidor tomará ciertas medidas para bloquear su estrategia.
2. Quizá una estrategia alternativa de alguna de las empresas es no decidir emprender una acción concreta y esperar a ver qué hace el competidor. Obviamente la otra empresa (que llamaremos B), al realizar cualquier acción, obtendrá ganancias. Pero esto puede ser relativo, ya que se puede emprender una acción para bloquear la acción de la empresa B. Esto quiere decir que puede tener ganancias por dos o tres meses pero no más. Otro de los pormenores es que las supuestas ventajas no son tan significativas y pueden ser bloqueadas de inmediato.
3. Partimos de la idea en que una ventaja se define de acuerdo al nivel de complejidad en que se realiza. Además, el ajedrez enseña que es primordial tener un desarrollo de la empresa y las ganancias vendrán solas; hacerlo a la inversa sería un serio error estratégico. Y no hay que olvidar también que pueden surgir jugadas intermedias que pueden cambiar el plan totalmente. Porque no hay que perder de vista que al intentar obtener una ganancia, hay que evaluar con la máxima exactitud la posible continuación del adversario.
4. Independientemente de quién tome la mejor decisión, ¿qué sigue después? Los directivos no deben tomar decisiones como jugadas aisladas, sino las decisiones están basadas en un plan estratégico general. aún cuando nos reporte grandes beneficios.7. 
5. Teniendo en cuenta la ley de causa-efecto, aunque tomemos la mejor decisión, no hay que perder de vista que nuestra acción provocará una reacción del contrario que, posiblemente de acuerdo al ajedrez, es posible determinar. Esto significa que hay que pensar cuál será la reacción de nuestro competidor al instalar alguna de estas estrategias.
6. Toda decisión que se tome tiene ventajas y desventajas. Cualquier decisión se determina estimando los beneficios que rinde contra las ventajas que pueda traer. Esto nos lleva a plantearnos lo siguiente: ¿Cómo se encuentran las unidades de los autobuses? ¿Están en buen estado o requieren mantenimiento? ¿Cuanto tenemos destinado a dicho mantenimiento?
7. Y quizá una de las cosas más importantes que debemos plantearnos es: ¿Cuánto soporte económico tenemos para lanzar algunas de las estrategias de nuestro mencionado ejemplo. Porque si ambas empresas toman la misma estrategia, esto originará una baja en los precios y la que tendrá más éxito será la que tenga mejor respaldo económico para soportar las crisis económicas. Por eso es importante tener un buen respaldo económico para apoyar a la estrategia empleada. 
Por esta razón es importante recurrir al ajedrez, el cual es un juego matemático y se aprende a jugar por medio de "algoritmos" que pueden ser traducidos en principios que pueden ser aplicados al mundo empresarial para la toma de decisiones adecuadas.
Por eso te voy a presentar unos conceptos que se pueden aplicar tanto al ajedrez como a la planeación estratégica.
Estrategia y táctica
Se define estrategia en ajedrez como el arte de coordinar adecuadamente la acción de los efectivos propios a fin de obtener la victoria. Toda estrategia correcta exige, por lo tanto, una valoración, siempre actual, de las acciones que se desarrollan sucesivamente en el entorno.
En sentido muy estricto y partiendo del supuesto de que no se cometan errores, ha de vencer siempre la persona que tenga la estrategia más profunda y precisa. 
Se define táctica en ajedrez como un conjunto de acciones ofensivas y defensivas (maniobras, escaramuzas, golpes tácticos) que suceden en el transcurso de una partida. Dichas acciones deben quedar supeditadas a la visión global de la estrategia para conseguir el resultado deseado.
¿Cómo integra la estrategia y la táctica un maestro de ajedrez? Para él, la primera fase de la partida es, desde luego, el desarrollo de la estrategia. Sin duda, obtienen un considerable provecho al trabajar así pues, una parte importante de los encuentros de cualquier competición salen de la apertura con un mínimo desequilibrio que, debidamente administrado, conducirá al triunfo en el medio juego y en el final.
Pero a nivel empresarial no se recomienda seguir las mismas pautas. La atención prioritaria para alguien que empieza debe ser hacia las operaciones tácticas, pues la habilidad adquirida, manejándola bien, será luego utilizable, cualquiera que sea la fase del desarrollo de la Organización.
Haciendo una analogía con el ajedrez, de poco sirve conocer de memoria hasta veinte jugadas de una o varías lineas de apertura, si luego no se sabe concretar en triunfo la ventaja obtenida o sostener la posición sin cometer errores que perjudiquen la posición.
Por lo tanto, recomiendo que el directivo empiece a conocer temas tácticos como liderazgo, trabajo en equipo, manejo de conflictos, etc. Esto es para lograr primero una sinergia organizacional. Esta sinergia se conoce en ajedrez como juego de conjunto. Éste se puede definir como la efectividad unida de las piezas y peones para la realización del plan estratégico; o bien, también se puede definir como la organización efectiva de piezas y peones para llevar a buen fin algunas maniobras y combinaciones con determinados fines tácticos. Ya manejando bien estos conceptos, será más fácil entrar en el terreno estratégico.
El análisis
El análisis es un examen de una posición y los cambios que pueden producirse en la misma mediante una serie de maniobras. El análisis consiste pues, en el estudio de las variantes posible y el subsiguiente juicio sintético de éstas.
Este análisis de la situación nos permitirá trazar un plan estratégico general.
Este análisis en ajedrez se le llama cálculo, y no es otra cosa que la previsión de jugadas y maniobras por parte del adversario. Entre mejor sea nuestro cálculo, mejor podemos controlar las variables que se nos presenten.
Pero no sólo hay que calcular con precisión un mayor número de jugadas que el oponente, si no calculamos de forma correcta, podemos incurrir en errores de procedimiento.
Pero hay que tener presente que algunas situaciones tienen motivos (elementos que caracterizan una posición) muy claros que nos permiten encontrar secuencias forzadas  y otros motivos que originan otras posiciones en las que no resulta claro llegar a un criterio valorativo, pero que aún podría ser otra posición intermedia en la que se habrá de repetir todo el proceso de cálculo.
El plan
El plan es un esquema habitual basado en el análisis de una situación dada, en orden de un objetivo. Todo plan a de partir por consiguiente, de un juicio crítico preciso de la situación actual, y fijarse un objetivo de acuerdo a las posibilidades reales.
La visión requiere de un plan estratégico general con valoración de cada una de las posiciones que se van produciendo en el curso del juego.
En cuanto hay un plan lógico y definido a seguir, se deben hacer jugadas que se conformen a este plan, de manera que la mejoría de nuestra posición sean sistemáticos y no el resultado de un desarrollo inconexo.
Acumulación de ventajas
El ajedrez nos indica que en vez de buscar ganancias de forma inmediata, cada competidor debería preocuparse por sacarle ventaja al competidor. La acumulación de ventajas es un principio de concepto de valor lógico general introducido en la estrategia ajedrecística por Steinitz (primer campeón mundial de ajedrez) según el cual, la acumulación de ventajas pequeñas de entidad mayor, dando lugar a cadenas de combinaciones y líneas ganadoras.
De esta manera, podemos clasificar las ventajas de dos tipos: la ventaja material y la ventaja posicional. De acuerdo con el ejemplo anterior, sólo se tomaba en cuenta la ventaja material y no la posicional.
Las jugadas posicionales no constituyen jugadas de amenaza o de defensa, sino que se trata de acuerdo con el ajedrez, en jugadas que aseguran la posición.
La ventaja posicional a su vez puede clasificarse desde varios puntos de vista:
1. Meramente posicional.
Se trata cuando se consigue un punto fuerte, se logra controlar una casilla, o se crea una debilidad del contrario. Por citar algún ejemplo, en el caso de las líneas de autobuses del ejemplo anterior, podríamos decir que si manejan varias rutas, quizá sea recomendable sólo concentrarse en ciertas rutas; es decir, tener el control total sobre las rutas más importantes.
2. Ventaja de desarrollo.
Es de vital importancia invertir en investigación, desarrollo, fabricación, distribución, etc. Partiendo de la base del ajedrez, se recomienda primero desarrollo y después ganancias.
3. Ventaja de tiempo.
Cuando dos competidores eligen la misma estrategia, el tiempo se vuelve un factor primordial al ver quien la implanta primero.
4. Ventaja de espacio.
En ajedrez, la ventaja de espacio se produce cuando sus piezas ejercen mayor dominio sobre el tablero o algún sector del mismo. Por qué no pensar que esas mismas líneas de autobuses de nuestro ejemplo, pensarán en extender sus servicios hacia otras rutas para poder abarcar mayor espacio.
Como comentario, podemos decir que un maestro de ajedrez se contenta con una pequeña ventaja; ésta es la base del juego de posición. Hay que ir en busca de pequeñas conquistas: éstas irán acrecentándose hasta llegar al triunfo.
Esta consideración es importante, porque la ventaja de un bando puede estar compensada con otra clase de ventaja del contrario. Por eso, muchas veces, los maestros de ajedrez entregan un peón (ventaja material) a cambio de obtener la iniciativa (ventaja de posición).
Amenaza
Para llegar a tener alguna ventaja, se puede proceder de dos formas por medio de amenazas o ataques.
La estrategia ajedrecística nos recomiendo que cuando tienes la iniciativa, hay que mantenerla al máximo, para lo cual hay que amenazar, o amenazar con amenazar, y tratar de efectuar una conversión de la iniciativa en otro valor.
En ajedrez, cuando una pieza ejerce una amenaza, se considera una jugada de ataque, la amenaza consiste en obtener alguna ventaja, como es el control de un punto, ocupación del centro, dominio de algunas líneas del tablero.
Ataque
En el ajedrez existen leyes estratégicas que establecen diferentes pautas de cómo comportarse mejor en cada situación. Sobre todo cuándo hay que atacar y cuándo hay que defenderse.
Steinitz aconsejaba que si tenía alguna ventaja (mejor desarrollo, mejor espacio, etc.) era necesario pasar al ataque; de lo contrario, se podría perder esa ventaja transitoria.
En el ataque, lo más importante es el tiempo, no el material, sobre todo para no darle tiempo al competidor de reaccionar. Por eso se dice que la ofensiva es sinónimo de tomar la iniciativa.
Sobre todo, se recomienda que antes de pasar al ataque, hay que verificar que su empresa no tenga debilidades. De ser así, se aconseja primero que se consolide dicha empresa.
La consolidación puede ser una acción preventiva de ataques de los contrincantes o preparatorio de una ofensiva propia.
Ya que se está preparando para el ataque, éste se puede hacer por las tres vías: la combinación, el sacrificio y el contraataque.
Combinación
En ajedrez, la combinación es una secuencia de jugadas con las que se pretende obtener ventaja material o posicional más o menos decisiva. Cuando a partir de la primera jugada, el contrario se ve obligado a seguir una línea impuesta por el autor de la combinación, pese a ser desfavorable para él, se dice que ésta es correcta. Cuando el adversario puede replicar libremente y que no responde en perjuicio propio, se dice que la combinación es incorrecta.
Para realizar la combinación, debemos descubrir los puntos débiles del contrario. Nunca podremos atacar donde el contrincante está fuertemente atrincherado; así que debemos buscar su talón de Aquiles; o más bien, una parte del tablero que no esté fortificada e intentar apoderarnos de ellas. Éste sería el comienzo de un buen ataque.
Sacrificios
Son entregas de material que hacemos para adquirir ventajas. Ejemplos de sacrificios serían las promociones, estudios de mercado, la publicidad, etc. Los sacrificios son casi siempre un procedimiento apropiado para alcanzar situaciones conocidas y favorables a nuestras intenciones.
Pero sólo el sacrificio puede tener éxito cuando el bando atacante mantiene suficientes fuerzas para aprovechar el ataque después del sacrificio. El sacrificio es uno de los métodos más empleados en cualquier estrategia. Por eso, al tomar la decisión de sacrificar, hay que calcular con la mayor exactitud las consecuencias del sacrificio.
Aunque el sacrificio es considerado como un arma de ataque, también podría ser un recurso defensivo. Por ejemplo, en una situación de defensa, el contraataque puede surgir mediante un oportuno sacrificio de material. Generalmente estos sacrificios crean fortalezas que conducen a la igualdad de posibilidades.
Pero el sacrificio no solamente sirve para obtener ventajas, sino para lograr una compensación la cual haría de ésta una estrategia mucho más dinámica. La compensación se basa esencialmente en sacrificar una posición dada para obtener a cambio algo de valor igual o superior.
Contraataque
El contraataque es una acción ofensiva en respuesta a otra iniciativa con anterioridad por el contrario. 
Para evaluar posicionalmente los temas de contraataque, podemos clasificar los objetivos que persigue de la siguiente manera.
a) Dirigido a un objetivo de mayor valor que el está siendo objeto del ataque del contrario.
b) Cuando los objetivos son de igual valor, el tiempo es lo más importante y la lucha se establece por llegar primero. 
c) Cuando los objetivos son de menor valor, es importante garantizar primero una defensa económica y desviar las fuerzas enemigas de su ofensiva.
Defensa
La defensa es una respuesta y como tal, viene condicionada por la acción ofensiva que la motiva.
Cuando nuestra estructura organizacional muestra debilidades, será fácil predecir que seremos blanco de nuestros competidores. Es por eso que debemos emplear una defensa exacta.
La idea central de la defensa es neutralizar los ataques o amenazas del oponente.
Pero no siempre la prevención exacta contra las amenazas del adversario es la defensa exacta.
Aunque se ha dicho en reiteradas ocasiones que la mejor defensa es el ataque, hay que estudiar a fondo la posición antes de decidirse por una defensa pasiva o por el contraataque.
Existen dos tipos de defensa:
a) La defensa pasiva.
b) La defensa activa.
La defensa activa
La mejor defensa es la que puede organizarse conjuntamente con un ataque propio. Por eso es necesario prestar atención constante a las posibilidades de contraataque del adversario, aun en las posiciones más desfavorables.
Defensa pasiva
Como ya comenté anteriormente, la defensa pasiva consiste simplemente en nulificar la acción ofensiva, sin intentar siquiera un contraataque.
Estos dos tipos de defensa dependerá de la posición en que se esté en el momento y las fuerzas que se dispongan.
Pero hay que tener cuidado en algo. Una idea perjudicial ampliamente difundida, se apoya en que el aficionado al ajedrez parte del concepto que cada jugada debe traer algo de forma inmediata. Consecuentemente con esto, se empeña en buscar jugadas amenazantes o réplicas directas a ellas, pasando por alto las demás jugadas. 
El ajedrez no se juega de esta manera. A veces es mucho más simple de lo que parece. Recordando una entrevista que le hicieron a José Raúl Capablanca (campeón mundial de ajedrez de 1921-1927) que cómo le hacía para encontrar tan maravillosas combinaciones en el tablero. A lo que él simplemente respondió: "Yo no las busco, simplemente pongo cada pieza en la mejor casilla y las combinaciones aparecen solas".
Esto nos lleva a reflexionar a que el verdadero estratega debe empezar por formar una Organización Dinámica, donde todos los empleados se sientan parte de ella, donde puedan trabajar conjuntamente, dónde haya una verdadera sinergia y una buena Comunicación. Como dijera Capablanca, lo demás vendrá solo.
Todos estos conceptos los podrás encontrar en el libro "El pensamiento del estratega". Obviamente en el libro viene todo escrito más detalladamente de cómo utilizar los principios del ajedrez para que tú seas un gran estratega dentro del ámbito organizacional.