Si alguien pusiera veneno en el agua que vas a beber, ¿la tomarías?
¡Claro que no! Los venenos que podemos ver, tocar, probar y oler pueden causar la muerte.
Afortunadamente somos lo bastante inteligentes como para saber que no debemos ingerir sustancias venenosas.
Pero, ¿qué pasa en el caso de nuestra mente?
Repetidamente, la gente se envenena la mente con una actitud negativa, y pese a que a veces no nos percatamos de esa actitud negativa es igual de mortal.
La actitud negativa es el veneno que mata los sueños y necesitamos detenerlo antes de que contamine nuestra alma.
La actitud negativa empieza con los pensamientos negativos.
El pesimismo atrofia nuestra vida de alguna manera. Priva de la oportunidad de desarrollar al máximo sus posibilidades y alcanzar sus más anhelados deseos. Condena a muchos a correr la frenética carrera por la mera supervivencia (la rutina diaria), porque se convencen de que nunca podrán llegar más lejos. Genera depresiones y otros trastornos mentales , los cuales a su vez provocan trastornos físicos.
El pesimismo se traduce en críticas negativas y destructivas, las cuales hacen estragos.
Estragos puede parecer una palabra fuerte, pero eso es lo que producen, ya que las posibilidades que había de hacer el bien, algo grandioso o alcanzar el éxito, quedan frustradas.
Son muchas las personas que desean emprender grandes cosas. Muchos sueñan con ser capaces de cambiar al mundo escribiendo una gran obra o realizando un hecho de gran valor, o grandes actos de compasión en beneficio de quien tenga alguna necesidad.
Pero la actitud pesimista de creerse impotentes resta la necesidad de hacer realidad sus sueños.
¿Cómo eliminamos a ese veneno?
Vigila los pensamientos que permiten que entren a tu mente.
Por lo general nuestra mente posee una especie de coladera que permite entrar ciertos pensamientos y otros los detiene. Por ejemplo, si eres mujer y un hombre te dice ¡eres una mujer muy guapa!. Puedes detener ese pensamiento diciéndole. "De seguro eso le has de decir a todas las mujeres", y en eses momento has detenido un pensamiento de halago.Por otro lado, si esa misma mujer comete un error en el trabajo y por eso su jefe la regaña, y le dice tonta, ella se lo cree totalmente, dejando entrar en su mente un pensamiento de incompetencia.
Si te das cuenta, tu coladera mental deja pasar los pensamientos negativos y detiene los pensamientos positivos.
Lucha por pensar de manera positiva, que sean pensamientos, que envistan de poder, que den apoyo, que te hagan sentir bien y que no hay imposibles para ti.
Al igual que vigilas tus pensamientos, cuida las palabras que dices. Escucha con atención cada palabra que sale de tu boca, ya que la palabra puede edificar o destruir. Elimina de tu mente las palabras destructivas.
Ten cuidado con la excusitis.
La excusitis es una virus que hace que la gente constantemente ponga excusas. Cuando oigas quejarte o poner pretextos, detén tus pensamientos de inmediato. Sabes que eso no te va a llevar a ningún lado.
Crea el vocabulario de una persona exitosa, positiva, alentadora. Sé apasionado al hablar y expresa entusiasmo con tus palabras. La energía de las palabras que dices es una poderosa fuerza creativa que cura las almas de los demás.
Si hasta ahora has tenido una percepción negativa sobre ti, es hora de que le des la vuelta a la página y transfórmate en una persona llena de optimismo para que puedas influir en ti y en los demás de manera positiva.
Seguramente tú conoces algún antídoto contra este veneno. Yo te voy a dar sólo uno. Busca en Facebook el grupo Líderes Empresarios en el que encontrarás cápsulas motivacionales que combatirán este poderoso veneno.
Pero, ¿qué pasa en el caso de nuestra mente?
Repetidamente, la gente se envenena la mente con una actitud negativa, y pese a que a veces no nos percatamos de esa actitud negativa es igual de mortal.
La actitud negativa es el veneno que mata los sueños y necesitamos detenerlo antes de que contamine nuestra alma.
La actitud negativa empieza con los pensamientos negativos.
El pesimismo atrofia nuestra vida de alguna manera. Priva de la oportunidad de desarrollar al máximo sus posibilidades y alcanzar sus más anhelados deseos. Condena a muchos a correr la frenética carrera por la mera supervivencia (la rutina diaria), porque se convencen de que nunca podrán llegar más lejos. Genera depresiones y otros trastornos mentales , los cuales a su vez provocan trastornos físicos.
El pesimismo se traduce en críticas negativas y destructivas, las cuales hacen estragos.
Estragos puede parecer una palabra fuerte, pero eso es lo que producen, ya que las posibilidades que había de hacer el bien, algo grandioso o alcanzar el éxito, quedan frustradas.
Son muchas las personas que desean emprender grandes cosas. Muchos sueñan con ser capaces de cambiar al mundo escribiendo una gran obra o realizando un hecho de gran valor, o grandes actos de compasión en beneficio de quien tenga alguna necesidad.
Pero la actitud pesimista de creerse impotentes resta la necesidad de hacer realidad sus sueños.
¿Cómo eliminamos a ese veneno?
Vigila los pensamientos que permiten que entren a tu mente.
Por lo general nuestra mente posee una especie de coladera que permite entrar ciertos pensamientos y otros los detiene. Por ejemplo, si eres mujer y un hombre te dice ¡eres una mujer muy guapa!. Puedes detener ese pensamiento diciéndole. "De seguro eso le has de decir a todas las mujeres", y en eses momento has detenido un pensamiento de halago.Por otro lado, si esa misma mujer comete un error en el trabajo y por eso su jefe la regaña, y le dice tonta, ella se lo cree totalmente, dejando entrar en su mente un pensamiento de incompetencia.
Si te das cuenta, tu coladera mental deja pasar los pensamientos negativos y detiene los pensamientos positivos.
Lucha por pensar de manera positiva, que sean pensamientos, que envistan de poder, que den apoyo, que te hagan sentir bien y que no hay imposibles para ti.
Al igual que vigilas tus pensamientos, cuida las palabras que dices. Escucha con atención cada palabra que sale de tu boca, ya que la palabra puede edificar o destruir. Elimina de tu mente las palabras destructivas.
Ten cuidado con la excusitis.
La excusitis es una virus que hace que la gente constantemente ponga excusas. Cuando oigas quejarte o poner pretextos, detén tus pensamientos de inmediato. Sabes que eso no te va a llevar a ningún lado.
Crea el vocabulario de una persona exitosa, positiva, alentadora. Sé apasionado al hablar y expresa entusiasmo con tus palabras. La energía de las palabras que dices es una poderosa fuerza creativa que cura las almas de los demás.
Si hasta ahora has tenido una percepción negativa sobre ti, es hora de que le des la vuelta a la página y transfórmate en una persona llena de optimismo para que puedas influir en ti y en los demás de manera positiva.
Seguramente tú conoces algún antídoto contra este veneno. Yo te voy a dar sólo uno. Busca en Facebook el grupo Líderes Empresarios en el que encontrarás cápsulas motivacionales que combatirán este poderoso veneno.
0 comentarios:
Publicar un comentario