Ya he hablado de las principales adicciones (alcohol, marihuana y cocaína) y no es que las demás no sean importantes, ya que más tarde hablaré sobre las demás.
Por lo pronto, hablaré de cómo tiene que ser un tratamiento multidisciplinario para combatir cualquier adicción. Lo que leerás a continuación podrá ser un poco diferente al lugar donde radiques y al tipo de clínica dónde se haga la rehabilitación, pero te dará un panorama completo de cómo debe ser un tratamiento integral contra las adicciones.
Entrevista inicial
El paciente farmacodependiente recurre con menos frecuencia por iniciativa propia a solicitar ayuda para abandonar la ingesta. Son los padres por lo regular los que se preocupan o se angustian cuando descubren que su hijo consume alguna droga. Rara vez se quedan a la expecativa y casi siempre recurren a un especialista para que los ayude en el problema de adicción de su hijo.
La detección de la demanda; es decir, el motivo de la consulta especificando las razones y condiciones de la solicitud, así como el patrón de consumo de las drogas utilizadas.
Metodología
Hay que considerar que muchos de los pacientes que acuden a un servicio médico para la valoración de la adicción, no portan una demanda; ésta generalmente la plantea uno de los familiares; o bien, llegan canalizados por una institución educativa condicionando la asistencia a tratamiento.
La lógica interna del registro (y de la actividad) rastrea la demanda para su especificación, atendiendo a:
a) Quién demanda.
b) La causa que condujo a este tipo de conducta.
c) Relación de la demanda con otros síntomas.
d) Relación de los otros síntomas con la farmacodependencia.
e) Expectativas respecto al tratamiento.
Se concluye con una síntesis en la cual, el médico o terapeuta integra todos los datos obtenidos en la entrevista inicial.
Historia clínica
La historia clínica no consiste en el cúmulo de datos patológicos positivos y negativos, sino en hechos significativos, todos ellos por su relación con la farmacodependencia.
La historia clínica conjuga la escucha del terapeuta y el discurso del paciente para la focalizacion del problema (síntomas y demanda) en un contexto.
En la descripción breve del problema, el eje conductor de la farmacodependencia, la cual debería describirse paralelamente al resto de los síntomas tanto físicos como psicológicos que se asocian a la problemática.
El conocimiento de la fecha aproximada de iniciación del síntoma es un dato útil, ya que permite ubicar en el tiempo, la cronología del padecimiento; la circunstancias personales, familiares o sociales, en las que el síntoma hizo su aparición, son elementos a considerar, ya que su significación tiene relación con la totalidad de eventos vitales que pudieran confluir en el síntoma de la farmacodependencia. Así pues, éstos son datos útiles para comprender la compleja interacción de elementos que constituyen el sustrato del síntoma.
Varias pueden ser las formas de inicio de un padecimiento brusco, paulatino e insidioso. El inicio de un síntoma no siempre se encuentra claramente definido, ni los elementos desencadenantes; es decir, las circunstancias que promovieron su aparición.
La intervención terapéutica a la que se recurrió puede haber sido de orden médico, psicológico o no convencional, por ejemplo, un curandero, jurar, etc. Es importante anotar las características y resultados observados, así como la efectividad que el paciente concede al tratamiento. Esto permitirá el análisis del comportamiento del síntoma a partir de intervenciones específicas, dando pautas para la utilización (o no) de modalidades terapéuticas especialmente útiles para el paciente o la familia.
Por otro lado, los antecedentes personales relacionados con la farmacodependencia se refieren a aquellos eventos, circunstancias o variables que se encuentran estrechamente ligados al consumo de drogas; por ejemplo, cambios, pérdidas, enfermedades, etc.
Las causas a que atribuye el paciente su farmacodependencia hacen referencia a los motivos que a juicio del mismo han contribuido a su problemática, o son causantes de ella.
Los rasgos caracterológicos se refieren a las características generales que definen la personalidad del paciente. Estos datos deben ser tomados en los antecedentes personales, los observados en la entrevista, etc.
Los rasgos caracterológicos más prominentes son esquizoidess, paranoides, obsesivos, histrericos o perversos.
El examen mental es un recurso clínico que permite conocer el funcionamiento mental de la persona. En este apartado sólo se especificarán los hallazgos anormales encontrados en las áreas usualmente exploradas: conducta y aspecto general del paciente, edad, conciencia, orientación, atención, concentración, memoria, lenguaje hablado y expresión corporal, inteligencia y funciones intelecto-cognitivas, pensamiento, afectividad y funciones sensoperceptuales, etc.
La situación familiar constituye desde el punto de vista teórico, uno de los grandes apartados a consignar en la historia del farmacodependiente. Por ello, la descripción de la dinámica familiar desde la vivencia del paciente es un aspecto útil en la comprensión de la dinámica de relaciones subyacentes al sistema, los conflictos más relevantes de la familia, así como su gravedad, frecuencia y relación con la farmacodependencia pueden, cuando son analizadas, dar cuenta de aquellas situaciones problemáticas que propician el síntoma.
La actitud de la familia frente a la farmacodependencia; es decir, la respuesta familiar implícita o explícita frente al problema debe ser especificada. Esta forma parte de una compleja gama de posturas que van desde la negativa, la derrotista, agresiva, indiferente, boicoteadora, etc.
Los objetivos del registro de la historia clínica es contar con los datos clínicos necesarios del paciente y la familia con el fin de:
a) Especificar las características del proceso patológico.
b) Definir la procedencia y características de la demanda terapéutica.
c) Obtener el perfil clínico del paciente y la familia.
d) Precisar una impresión diagnóstica inicial y un diagnóstico diferencial.
La historia clínica es una instrumento más especializado que el anterior, que orienta el origen de los síntomas relativos a la farmacodependencia, focalizando el problema y jerarquizando aquellos aspectos relevantes a fin de consignar todos los eventos que hayan incidido en esta problemática, y que se constatarán con la información obtenida en los registros diagnósticos restantes: examen físico-neurológico e informe social.
Por otro lado, los antecedentes personales relacionados con la farmacodependencia se refieren a aquellos eventos, circunstancias o variables que se encuentran estrechamente ligados al consumo de drogas; por ejemplo, cambios, pérdidas, enfermedades, etc.
Las causas a que atribuye el paciente su farmacodependencia hacen referencia a los motivos que a juicio del mismo han contribuido a su problemática, o son causantes de ella.
Los rasgos caracterológicos se refieren a las características generales que definen la personalidad del paciente. Estos datos deben ser tomados en los antecedentes personales, los observados en la entrevista, etc.
Los rasgos caracterológicos más prominentes son esquizoidess, paranoides, obsesivos, histrericos o perversos.
El examen mental es un recurso clínico que permite conocer el funcionamiento mental de la persona. En este apartado sólo se especificarán los hallazgos anormales encontrados en las áreas usualmente exploradas: conducta y aspecto general del paciente, edad, conciencia, orientación, atención, concentración, memoria, lenguaje hablado y expresión corporal, inteligencia y funciones intelecto-cognitivas, pensamiento, afectividad y funciones sensoperceptuales, etc.
La situación familiar constituye desde el punto de vista teórico, uno de los grandes apartados a consignar en la historia del farmacodependiente. Por ello, la descripción de la dinámica familiar desde la vivencia del paciente es un aspecto útil en la comprensión de la dinámica de relaciones subyacentes al sistema, los conflictos más relevantes de la familia, así como su gravedad, frecuencia y relación con la farmacodependencia pueden, cuando son analizadas, dar cuenta de aquellas situaciones problemáticas que propician el síntoma.
La actitud de la familia frente a la farmacodependencia; es decir, la respuesta familiar implícita o explícita frente al problema debe ser especificada. Esta forma parte de una compleja gama de posturas que van desde la negativa, la derrotista, agresiva, indiferente, boicoteadora, etc.
Los objetivos del registro de la historia clínica es contar con los datos clínicos necesarios del paciente y la familia con el fin de:
a) Especificar las características del proceso patológico.
b) Definir la procedencia y características de la demanda terapéutica.
c) Obtener el perfil clínico del paciente y la familia.
d) Precisar una impresión diagnóstica inicial y un diagnóstico diferencial.
La historia clínica es una instrumento más especializado que el anterior, que orienta el origen de los síntomas relativos a la farmacodependencia, focalizando el problema y jerarquizando aquellos aspectos relevantes a fin de consignar todos los eventos que hayan incidido en esta problemática, y que se constatarán con la información obtenida en los registros diagnósticos restantes: examen físico-neurológico e informe social.
Examen físico-neurológico
La exploración física y neurológica del paciente farmacodependiente es parte indispensable de un proceso de evaluación diagnóstica que permite contar con los elementos para la detección de patología orgánica asociada al consumo de drogas; y a su vez, la detección de ésta, permitirá la aplicación oportuna de las medidas terapéuticas pertinentes.
El instrumento costa de una historia que resume en un rubro, antecedentes heredofamiliares; es decir, aquellos datos en relación al padecimiento que la familia directa del paciente haya sufrido y que pueden tener influencia en la farmacodependencia del sujeto. En el registro se consginan datos referentes a antecedentes de dependencia a sustancias, daño orgánico cerebral y enfermedades mentales, ya que ésta es la información que tiene mayor importancia e impacto en los problemas de salud mental.
La antropometría y signos vitales implica la medición de variables antropométricas: peso y talla, y los signos más relevantes que expresen funciones vitales: número de latidos cardíacos por minuto, número de aspiraciones y expiraciones, etc. Estos datos requieren se interpretados en conjunto y no aisladamente.
El hábito exterior implica una inspección visual de la tendencia morfológica del individuo. En este apartado deberán anotarse las características corporales propias del sujeto, ya sean biotípicas o anormales. La biotipología a utilizar puede ser la de Kretschmer o la de Sheldon.
El examen neurológico ha sido diseñado en base a varios formatos que indican una secuencia específica más útil y eficaz para la detección de patología neurológica a nivel del Sistema Nervioso Central Periférico. El examen requiere minuciosidad y entrenamiento previo, la búsqueda, hallazgos o interpretación de los datos que remite al estudio de la propedéutica médica, la neurología y la patología clínica.
Los objetivos del examen físico neurológico son:
a) Establecer un diagnostico médico general.
b) Establecer un diagnóstico neurológico.
El examen físico neurológico implica un proceso en el cual por medio de la exploración física, neurológica y del sistema nervioso central y periférico, es posible obtener información acerca de las alteraciones estructurales y funcionales de los diferentes órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano.
Se enfatiza la exploración neurológica, ya que el perfil farmacológico de las drogas de abuso, hace al sistema nervioso susceptible de los efectos nocivos de muchas sustancias.
El examen neurológico se realiza a dos niveles: Sistema Nervioso Central y Periférico.
Las ventajas que ofrece este instrumento en relación con el que se incluía en la historia clínica anterior son:
1. Permitir un registro más exacto de la información.
2. Se encuentra más sistematizado; es decir, se señalan los puntos específicos que constituyen la exploración física y neurológica en forma desglosada.
3. Permite una mayor organización de los datos obtenidos a fin de puntualizar y planificar el tratamiento.
Los objetivos del examen físico neurológico son:
a) Establecer un diagnostico médico general.
b) Establecer un diagnóstico neurológico.
El examen físico neurológico implica un proceso en el cual por medio de la exploración física, neurológica y del sistema nervioso central y periférico, es posible obtener información acerca de las alteraciones estructurales y funcionales de los diferentes órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano.
Se enfatiza la exploración neurológica, ya que el perfil farmacológico de las drogas de abuso, hace al sistema nervioso susceptible de los efectos nocivos de muchas sustancias.
El examen neurológico se realiza a dos niveles: Sistema Nervioso Central y Periférico.
Las ventajas que ofrece este instrumento en relación con el que se incluía en la historia clínica anterior son:
1. Permitir un registro más exacto de la información.
2. Se encuentra más sistematizado; es decir, se señalan los puntos específicos que constituyen la exploración física y neurológica en forma desglosada.
3. Permite una mayor organización de los datos obtenidos a fin de puntualizar y planificar el tratamiento.
Informe social
La información de algunos aspectos socioeconómicos dentro de expediente clínico para pacientes farmacodependientes se encuentra en función de los objetivos de atención a los que responde dicho expediente. Es por esto que se ubica dentro de la etapa diagnóstica, ya que es un informe que indaga sobre aspectos del medio ambiente social en el que se desarrolla el paciente.
El registro del informe social es el único donde se indagará de manera detallada sobre: identificación del paciente, su constelación familiar, historia familiar, historia escolar e información sobre su comunidad y su ubicación dentro de ella.
Tanto los datos de identificación como la información sobre la trayectoria escolar y laboral, permitirán conocer en forma general las relaciones interpersonales de paciente así como sus circunstancias en que se desenvuelve en el ámbito familiar, donde al indagar sobre quienes conviven con él, se obtendrá un panorama de la posible influencia que ésta tiene en la problemática del farmacodependiente.
La investigación sobre la comunidad y sus recursos por otro lado, dará información suficiente sobre aquellos factores de riesgo que inciden, favoreciendo o limitando el tratamiento, y que al conjuntarse con lo anterior, servirán de sustento a las sugerencias terapéuticas que posibilitan un mejor pronóstico.
Los objetivos del informe social son:
a) Identificar aspectos sociales significativos para el tratamiento del paciente y la familia en ausencia de éste.
b) Obtener información para elaborar estrategias de orientación a familiares de farmacodependientes y servicios terapéuticos conexos y de apoyo.
Diagnóstico familiar
El diagnóstico familiar es un formato que registra información sobre los miembros de la familia y las relaciones entre ellos. Asimismo, proporciona la percepción de complejas normas familiares y una rica fuente de hipótesis sobre cómo un problema clínico como es la farmacodependencia puede estar relacionada con el contexto familiar y ser sostenido por éste a través del tiempo.
El instrumento de registro familia comprende:
1. Un instructivo de llenado para el diagnóstico familiar en el que se indica en forma clara y precisa lo que corresponde a cada punto.
2. La hoja correspondiente al diagnóstico familiar en la que debe registrarse datos que permitan generar e ir estructurando información más amplia y precisa sobre la familia, siendo éstos:
a) La ficha de identificación y el familiograma contienen datos necesarios del paciente identificado y las personas que integran su grupo familiar, permitiendo tener luna impresión inicial de algunas características de la familia, de quien efectúa la demanda, del interés y la motivación para el tratamiento del paciente identificado.
b) El mapa estructural que representa un apoyo gráfico sintetizado de la organización y los movimientos y cambios que se van presentando en el sistema familiar.
c) El ciclo vital de la familia, tipo y su tendencia al cambio, proporcionan información básica y específica de la familia, permitiendo establecer un marco de referencia de sus características más comunes, su flexibilidad al cambio, sus recursos y apoyándose en éstos, se puede elaborar una planeación terapéutica acorde a la situación.
d) Las hipótesis iniciales. El formular supuestos retomando la información de los puntos anteriores y las posibles relaciones de la familia alrededor del síntoma, posibilita en forma objetivo el ir construyendo a la par, las estrategias de intervención que darán inicio a las subsecuentes con un plan de trabajo previo, organizado y flexible a posteriores ajustes.
e) El inciso de observaciones. Es un espacio abierto para consignar cualquier dato que los terapeutas consideren importante o necesario.
Los objetivos que se pretenden esencialmente son:
a) Obtener información sobre los aspectos disfuncionales que sean significativos para el tratamiento de la familia.
b) Identificar la información necesaria para abordar en base a hipótesis, las estrategias adecuadas para un tratamiento eficaz.
Su desarrollo retoma puntos esenciales que deben ser considerados en las primeras entrevistas, orientadas en la Terapia Breve Familiar Estructural, como modelo de abordaje eficaz en el proceso de tratamiento de paciente farmacodependientes.
Pruebas psicológicas
Siendo las pruebas psicológicas un material estandarizado, proveen un mayor margen de confiabilidad en la elaboración del diagnóstico.
Su utilización permite la exploración de algunos tipos de conducta y los aspectos más relevantes de la psicología del sujeto que se ocultan tras la capacidad de verbalización.
Así pues, dentro de la batería de pruebas normatizadas, encontramos para medir la inteligencia están:
a) Escala de inteligencia de Weschler para adultos.
b) Escala de inteligencia Weschler para niños.
c) Test de inteligencia Army-Beta.
Y dentro de la batería de pruebas normatizadas para valorar aspectos de la personalidad encontramos:
d) Inventario Multifásico de la Personalidad de Hattaway.
e) Test de frases incompletas de Sacks.
f) Test de la Figura Humana de Karen Machover.
g) Test H.T.P. (House, Tree, Person).
Y la prueba para diagnosticar organicidad se llama:
h) Test Guestáltico Visomotor de Lauretta Bender.
El registro de las pruebas psicológicas tiene como objetivo:
a) Elegir dentro de las pruebas normatizadas las necesarias para la valoración psicológica.
b) Establecer la comparación entre un mismo tipo de conductas con diferentes instrumentos y diferentes tipos de conducta entre sí.
c) Integrar los resultados obtenidos de la batería seleccionada, estableciendo el diagnóstico psicológico, incluyendo los conflictos y defensas significativos.
Los test como instrumento de diagnóstico incluyen además, consignas formuladas con precisión con la finalidad de evidenciar las formas con que el sujeto responde ante estímulos determinados.
Así, dentro de las pruebas consideradas para medir la inteligencia, encontramos las escalas de Weschler en sus versiones para adultos y niños que valoran en forma detallada y precisa el nivel de las diversas funciones que intervienen en el rendimiento intelectual a través de las subpruebas verbales y de ejecución. Estos subtest valoran además las capacidades adaptativas, siendo susceptibles de una interpretación clínica complementaria a la cuantitativa.
Por otro lado, el test de inteligencia Army Beta posibilita la medición de la capacidad general o el coeficiente intelectual de los sujetos analfabetas o de escasa escolaridad. La prueba consiste en los subtests de dificultad progresiva que exploran diferentes capacidades en un mínimo de tiempo.
Si bien es importante valorar el funcionamiento intelectual desde la dimensión clínica, es posible corroborar algunas características con otro tipo de pruebas psicológicas que evalúen cualitativamente aspectos proyectivos de la personalidad. Dicha evaluación puede efectuarse a través de distintas técnicas que van desde el cuestionamiento verbal sobre determinadas situaciones conductuales percibidas mediante la reproducción gráfica. De este modo se incluye al Inventario Multifásico de la Personalidad (MMPI) cuya finalidad es valorar los rasgos característicos de la personalidad obteniendo así un perfil de la misma.
Este tes está constituido mediante preguntas distribuidas en nueve escalas clínicas, siendo de utilidad para el diagnóstico, tratamiento e investigación futura.
El test de frases incompletas se basa en la asociación libre y valora las actitudes del paciente en relación a las áreas de la familia, sexo, relaciones interpersonales y concepto de sí mismo a través del completamiento de frases requiriendo un tiempo mínimo.
Por otra parte, las técnicas proyectivas entre las cuales se encuentran los tests gráficos que permiten indagar sobre los aspectos más estables de la personalidad mediante consignas cuya ambigüedad moviliza respuestas emocionales que forman parte del funcionamiento mental. La finalidad es observar la capacidad del paciente para dar forma, organización y sentido al aspecto de la realidad que el estímulo proyectivo representa. Por ello, el test de la figura humana explora la representación de la propia personalidad por medio del dibujo. Está relacionado con los impulsos, ansiedades, conflictos y compensaciones características del sujeto con respecto a su ambiente.
La técnica proyectiva H.T.P. valora distintos niveles de proyección, explorando desde los aspectos más arcaicos representados por la figura del árbol hasta los menos arcaicos observados en el dibujo de la persona.
La triada representa conceptos y símbolos en torno a experiencias emocionales ligadas al desarrollo de la personalidad, que son proyectadas en el dibujo, ya que evocan asociaciones con respecto al mundo interno, entorno y relaciones interpersonales.
Finalmente, el test guestáltico visomotor de Lauretta Bender, cuyo objetivo es medir cualitativamente la madurez en la adecuación perceptiva motora y las posibles perturbaciones en los procesos que intervienen en la reproducción gráfica. Evalúa la adecuación visomotora ente la copia de estímulos que configuran una gestalt. Es además, de gran utilidad en psiquiatría, pues provee de pautas diagnósticas, ya que las características de los diversos cuadros psicopatológicos determinan perturbaciones, distorsiones, regresiones y múltiples deterioror específicos en la organización de formas gráficas.
Plan terapéutico
Es el instrumento fundamental para la planificación del tratamiento y la coordinación de los objetivos terapéuticos, donde se reflejará el abordaje multidisciplinario.
La articulación de las estrategias en base a la interrelación de los diversos planes programados podrán establecer un pronóstico contemplando por anticipado los efectos de la intervención planificada para el caso.
Los objetivos del plan terapéutico son:
a) Asentar el diagnóstico diferencial a partir de cada una de las impresiones diagnósticas, delimitando funciones.
b) Proyectar sistemáticamente la atención clínica del paciente y/o familia por objetivos y planes terapéuticos.
En psicoterapia, la atención debe proyectarse sistemáticamente. Requiere para ello de una alta precisión de un diagnóstico inicial, de un diseño adecuado a las características del caso, de objetivos claros y alcanzables, de la evaluación constante y rigurosos del proceso.
a) Asentar el diagnóstico diferencial a partir de cada una de las impresiones diagnósticas, delimitando funciones.
b) Proyectar sistemáticamente la atención clínica del paciente y/o familia por objetivos y planes terapéuticos.
En psicoterapia, la atención debe proyectarse sistemáticamente. Requiere para ello de una alta precisión de un diagnóstico inicial, de un diseño adecuado a las características del caso, de objetivos claros y alcanzables, de la evaluación constante y rigurosos del proceso.
Notas de evolución
Se elabora al término de cada sesión.
El registro de las notas de evolución está diseñado para que cada terapeuta, desde su abordaje en particular, anote los hechos significativos ocurridos en cada sesión.
El contenido de cada sesión se debe anotar en forma de síntesis, los aspectos más significativos de lo verbalizado por el paciente.
El plan terapéutico es una guía que puntúa la dirección a la que se dirigen las acciones del terapeuta.
Los objetivos del registro de las notas de evolución son:
a) Obtener el perfil actualizado de los cambios y progresos en el paciente y/o familia durante el proceso terapéutico.
b) Ajustar los planes terapéuticos de acuerdo a la evolución del tratamiento.
En los puntos contemplados para las notas de evolución se hacen las siguientes consideraciones:
a) El inicio de la sesión con una o más hipótesis, objetivos y estrategias, permite dar un eje y un plan de entrada sólida e ir ajustando y logrando cambios en la familia que se atiende.
b) En un momento posterior, el mapeo resumen descriptivo y los logros de la sesión proporcionan información objetiva de los movimientos dados en la familia y poder hacer una evaluación y relfexión de la sesión, lo que permitirá hacer estrategias para la próxima sesión.
El plan terapéutico es una guía que puntúa la dirección a la que se dirigen las acciones del terapeuta.
Los objetivos del registro de las notas de evolución son:
a) Obtener el perfil actualizado de los cambios y progresos en el paciente y/o familia durante el proceso terapéutico.
b) Ajustar los planes terapéuticos de acuerdo a la evolución del tratamiento.
En los puntos contemplados para las notas de evolución se hacen las siguientes consideraciones:
a) El inicio de la sesión con una o más hipótesis, objetivos y estrategias, permite dar un eje y un plan de entrada sólida e ir ajustando y logrando cambios en la familia que se atiende.
b) En un momento posterior, el mapeo resumen descriptivo y los logros de la sesión proporcionan información objetiva de los movimientos dados en la familia y poder hacer una evaluación y relfexión de la sesión, lo que permitirá hacer estrategias para la próxima sesión.
Egreso
El egreso designa genéricamente el final de la atención curativa; el cese de la prestación del servicio.
Especificar la naturaleza de la terminación es indispensable. Debe introducirse un orden formal a las innumerables circunstancias y motivos por los cuales la intervención clínica deja de ser posible o necesaria.
El alta y la desersión quedan definidas por el cumplimiento o incumplimiento del objetivo final del contrato, respectivamente. La baja se indica cuando el paciente no puede ser considerado como sujeto de un contrato terapéutico.
Los objetivos de este registro son:
a) Señalar la terminación del tratamiento.
b) Evaluar las incidencias del tratamiento en relación a los objetivos terapéuticos planteados.
c) Registrar el pronóstico del paciente al egreso.
Con esta concepción, se han diseñado los indicadores necesarios para identificar la naturaleza del egreso, tanto clínicamente como administrativamente.
Con esta concepción, se han diseñado los indicadores necesarios para identificar la naturaleza del egreso, tanto clínicamente como administrativamente.
Reingreso
En el ámbito clínico, la solicitud de atención terapéutica puede volver a hacerse, aún cuando anteriormente se haya hecho; es decir, el abandono o suspensión del servicio, ya sea en la etapa de diagnóstico o durante el proceso de tratamiento.
Así, en base a la entrevista actualizada, se podrá señalar el momento en que se efectuó el reingreso, así como lo relativo a los síntomas que presenta el paciente y su disposición para la reanudación o reiniciación del proceso.
Es de igual importancia tener un panorama de la evolución o involución de los síntomas que fueron observados en la primera ocasión y los que refiere en esta nueva entrevista. Esto se logrará a través de la actualización de la historia clínica, el examen neurológico y el patrón de consumo de drogas.
Los objetivos del registro del reingreso son:
a) Detectar la demanda de tratamiento.
b) Actualizar el perfil médico psicológico del paciente.
c) Establecer la impresión diagnóstica.
Referencia
Frecuentemente es necesario el trabajo interinstitucional. Puede ocurrir que el paciente requiera un servicio no prestado por la institución. En estos casos es necesario documentar tanto la referencia como sus resultados.
La referencia apunta no sólo a proporcionar al paciente un tipo de apoyo conveniente o necesario. Permite coordinar con los profesionales de la otra institución y evaluar el impacto de la atención brindada por ellos.
Los objetivos del registro de referencia son:
Documentar la canalización del Paciente Identificado a otras instituciones.
Recuperar información sobre la atención recibida por el paciente referido.
El registro, atendiendo a los momentos principales de la actividad, está dividido en dos partes:
a) Al frente, la referencia.
a) Al reverso, la respuesta.
La referencia condensa la información de base para la canalización cumpliendo un doble propósito.
a) Especificar los criterios aplicados.
b) Hacer a los profesionales de la institución elegida las recomendaciones terapéuticas que se estimen convenientes.
Por su parte, la respuesta permite el seguimiento del paciente para evaluar el tipo y calidad de la atención recibida, así como la estrategia terpeútica que respalda a la referencia.
Las recomendaciones terapéuticas basadas en el diagnóstico emitidos por la otra institución afinan nuestra impresión diagnóstica, actualizan la información que se posee sobre el paciente y dan elementos para ajustar el plan terapéutico.
La referencia condensa la información de base para la canalización cumpliendo un doble propósito.
a) Especificar los criterios aplicados.
b) Hacer a los profesionales de la institución elegida las recomendaciones terapéuticas que se estimen convenientes.
Por su parte, la respuesta permite el seguimiento del paciente para evaluar el tipo y calidad de la atención recibida, así como la estrategia terpeútica que respalda a la referencia.
Las recomendaciones terapéuticas basadas en el diagnóstico emitidos por la otra institución afinan nuestra impresión diagnóstica, actualizan la información que se posee sobre el paciente y dan elementos para ajustar el plan terapéutico.
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