lunes, 16 de abril de 2018

EL PRESO 466/64

Éste era el número que llevó durante más de 27 años el presos más famoso del mundo. 
Fue confinado a una pequeña celda. Su cama era el piso; su sanitario, una cubeta. Sometido a trabajos forzados, sólo podía escribir y recibir una carta cada seis meses y sólo podía recibir una visita, que únicamente podía permanecer con él durante treinta minutos, cada año.
Mientras el preso 466/64 soportaba con increíble dignidad el brutal régimen de trabajos forzados al que era sometido en la cárcel de máxima seguridad de Robben Island, 14 prestigiosas universidades en todo el mundo lo habían nombrado Doctor Honoris Causa y era ciudadano honorario de Roma, Florencia, Olimpia y 57 municipalidades de Grecia, Río de Janeiro y varios países más.
Se puso su nombre a calles, avenidas, carreteras, parques, plazas, escuelas, aulas y conjuntos habitacionales de las principales ciudades del mundo.
Incluso se le dio su nombre a una partícula subatómica descubierta en la Universidad de Leeds de la Gran Bretaña.
Mientras el preso 466/64 se inclinaba bajo el peso de un régimen carcelario brutal, se erguían en plazas, parques, jardines, calles y avenidas de grandes ciudades del mundo sus estatuas y monumentos.
Finalmente, por la presión mundial y por la grandeza de su carácter que jamás abdicó a sus principios, el preso 466/64 fue liberado en febrero de 1990.
¿Quién era el preso 466/64?
Era Nelson Mandela, declarado luchador heroico por la libertad y padre de su patria, Sudáfrica. 

¿Por qué estuvo preso Mandela durante casi tres décadas?
Porque se opuso al infame sistema racista del apartheid, impuesto por la minoría blanca de Sudáfrica.
Fue una hora llena de gloria aquella en que asumió la primera magistratura de su patria.
El comentarista de la BBC de Londres apuntó: Nelson Mandela es quizá el personaje más universalmente admirado de nuestro tiempo, casi a la par de los gigantes del pasado.
En 1993 le fue concedido el Premio nobel de la Paz, que aceptó en nombre de todos los sudamericanos que sufrieron y se sacrificaron por la libertad de su patria.
Al igual que Nelson Mandela, también nosotros hemos sido prisioneros. Quizá no estamos en una cárcel física, pero sí en una cárcel interna que nosotros mismos creamos.

Y ahora dime: "¿Cuáles son tus cárceles internas que no te permiten ser feliz?
¿Eres prisionero de los traumas de tu infancia? 
¿Eres prisionero de una relación amorosa que ya no te satisface, pero no la quieres abandonar por miedo a la soledad?
¿Eres prisionero de un trabajo que te desagrada, pero sigues estando ahí por miedo a no encontrar otro trabajo mejor.
¡Libérate de esa prisión que no te permite ser feliz! No le tengas miedo a la libertad. El mundo te está esperando afuera para que lo conquistes. Tú tienes todos los elementos para ser feliz. Cada día tienes la oportunidad de empezar de nuevo. Puedes cambiar lo que  no te gusta de tu vida por algo más agradable.
No le eches la culpa a nadie de la prisión en dónde estás. 
No tengas miedo y vuelve a empezar de nuevo. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus hijos, de tu jefe, del empleo que estás desempeñando... Depende de que lo quieres en la vida.
¿Qué es lo que no te permite salir de esta prisión?
¿Tienes miedo al rechazo? ¿Tienes miedo a que no te acepten? ¿Tienes miedo a la soledad? ¿Tienes miedo al fracaso?
Libérate de esos fantasmas y lucha por tu libertad. Deshazte de esos demonios internos que te tienen atrapado y lucha por salir adelante. Dentro de ti está la llave para salir de esa prisión que te tiene estancado.
Disfruta de tus relaciones al máximo, ya que la vida es corta. Si pretendes que todos hagan lo que tu quieres o que sean como tú has decidido, los estarás apresando. Permite que otros tomen sus propias decisiones así como tú tomas las tuyas. De eso se trata la libertad.
¿Qué estás esperando para disfrutar de tu libertad? ¿Esperas que alguien te saque de tu pesimismo y te lleve al lugar que tanto has deseado? ¿Quieres que alguien te reconozca lo que vales? ¿Quieres que la fortuna vaya y te toque a tu puerta? ¿Quieres que suceda el milagro que tanto esperas?
La vida se va construyendo con las acciones que realizas cada día. No importa si tus circunstancias son adversas. Agradece a Dios o a la Naturaleza de que tienes vida. ¡Mientras respires, podrás realizar grandes cosas!


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