Sobre la humanidad se cierne un peligro, advirtió Emanuel Lasker, quien fuese campeón mundial de ajedrez de 1894 a 1921; y éste, ,más que las dos guerras mundiales que él vivió, lo relacionó con sus causas: la prevalencia de la mediocridad para decidir con argumentos tontos la conducción de la vida de los hombres por caminos equivocados. La salida a tan mayúsculos problemas sólo era posible en el desarrollo, lo de la eficiencia y la competencia como forma de vigorizar y hacer fluir la sangre en el cuerpo de la cultura, para que el hombre esté apto para conocer la vedad y goce entonces de la salud suficente para proyectar un futuro impetuoso que aúne el progreso y la felicidad al mismo tiempo.
Habló el campeón de crear una institución educativa que unificara materiales sobre teoría de los juegos, organización, conducta de negocios y de discusión, que educaran al hombre para saber planificar, cómo hacerse entender y decidir, cómo valorar, etc. Sus palabras vaticinadoras en 1913 no se oyeron a tiempo para que las guerras mundiales hubiesen sido prevenidas y su vida no le alcanzó para tal empeño, pero al menos diagnosticó con un termómetro muy especial las causas: el resultado de la falta de educación en ajedrez.
La educación en ajedrez analizada se produce por el accidente, la suerte y la casualidad. La mayor parte de los jugadores de ajedrez alcanzan un nivel bajo y permanecen allí. Argumentó Lasker con los siguientes datos:
"De los jugadores a quien un maestro puede darle una dama de diferencia hay millones; jugadores de grandes habilidades no son más de un cuarto de millón. De éstos, a 150 mil podría dársele una torre de diferencia, un caballo a 50 mil, peón y dos jugadas a 40 mil, peón y salida alrededor de 9 mil y el número de aquellos quienes no son maestros que pueden admitir una diferencia son como mil".
Esto lo consideró insólito, teniendo en cuenta el esfuerzo que subyace para obtener estos resultados: Una literatura de muchos miles de columnas de ajedrez en periódicos, revistas, conferencias, torneos, libros, cursos de instrucción, matches en clubes de ciudades y países por correspondencia, telégrafo, miles de cafés donde espectadores en medio de una vida de charlas observan, hacen notas, analizan... "verdaderamente un importante desembolso".
"Este gasto de tiempo en ajedrez podría no ser problema (comenta Lasker) si no fuera un síntoma de debilidad en que ha caído nuestra cultura" (sentenció). "Nuestra educación en todo dominio de esfuerzo es espantosamente un gasto de tiempo y valor. En matemática y física el resultado alcanzado es todavía peor".
Queda del análisis de Lasker un llamado con la necesidad de adquirir una educación armoniosa, a la cual comparó a la producción y elevación de la construcción de un organismo, para lo cual era imprescindible hacerlo florecer por la nutrición de la sangre y el espíritu, y esta comparación no la consideró retórica imaginativa, sino en su concreción por un programa.
El programa de tal educación, sabía no era único para el ajedrez; pero el ajedrez, por su singularidad, era una cosa que podía ser enseñada, en tanto al atesorar una teoría que se conectaba con profundos problemas capaces del elevar el carácter humano, enseña al alumno a pensar por sí mismo, a contribuir su propia tabla valores y a mantenerlo constantemente alerta. Si un participante quiere hacerse dueño de tal riqueza, se demanda de él resolución, fuerza y armonía, y entonces llegar por él a un modelo que sobrepasan el propio campo de ajedrez.
Tales avales desarrolladores no se concretan en un proyecto que por muy novedoso que sea, está muy en relación con una visión del mundo particular y que en más de una ocasión mueren por carecer de aquello que el ajedrez posee, una cultura, una historia y un arma de lucha social.
La pronunciación de las principales figuras del ajedrez por la importancia del juego para que el individuo aprenda a pensar, a razonar, a reflexionara sobre toda la información que recibe, no ha estado dada por un fanatismo, por una actividad que les había subyugado, sino por el carácter del juego que construye una realidad particular liberada de cualquier tipo de dogmatismo que pueda estimular cualquier sistema social para hacer permanentes sus valores en el tiempo, pero que de una manera u otra no dejan florecer la habilidad o disposición para que el individuo utilice su potencia mental en la solución de problemas, toma de decisiones, elaboración de juicios o procesamiento de la información. ¿Como el hombre pudiera ser un factor de cambio si tiene restricciones en su pensamiento? ¿Cómo puede llegar el hombre a producir cambios si está vedado el ejercicio de su pensamiento al tener que asimilar verdades ya hechas?
El ajedrez ofrece un terreno donde hay que aprender a interpretar la realidad, a reconstruirla y a transformarla. El ajedrez ofrece un espejo autovalorativo, pues implica y compromete al individuo con la expresión ejecutoria que alcanza, desplaza la atención al proceso mismo de aprender y hacer, estimula la autodeterminación como única forma de evitar los errores.
No en balde, la voz de José Raúl Capablanca argumentara sobre la necesidad de implantar el ajedrez en las escuelas. La mayoría de los países ex-socialistas lo lograron como actividad curricular desde los primeros grados. En los años 80´s, en América Latina, Venezuela crea un Ministerio de la Inteligencia, que promulgó el ajedrez como un medio indiscutible para los objetivos que se proponían. Recientemente, Estados Unidos lo utiliza como medio de rehabilitación en sus planes antidrogas, y es una actividad que en las penitenciarías goza el prestigio sanador. No con menos fuerza, Estados Unidos desarrolla actividades que a nivel escolar asombran por su nivel de participación. Brasil y Cuba han instituido la necesidad del ajedrez escolar como acuerdo de sus oficinas gubernamentales de deportes y de educación para que su promoción tuviera todo el respaldo oficial que se requiere.
Estas razones y el hecho de que Cuba posea una historia ajedrecística de más de 100 años, y que incluso guarde relación con relevantes patriotas de nuestras gestas emancipadoras, como Carlos Manuel de Céspedes y José Martí; el privilegio de haber contado como José Raúl Capablanca, el más reconocido campeón mundial de todos los tiempos, y Ernesto Guevara, revolucionario integral e impulsor de la práctica masiva del ajedrez en nuestro país, el haber ganado prestigio internacional y mantener la supremacía indiscutible en el ámbito latinoamericano y tercermundista, han sido escalones que situaron en la cima, la decisión de aprobar, crear y promover la labor de un Instituto Superior de Ajedrez, que se sumara a su vez, al título de Latinoamericano, con el objetivo de que abanderado con esta historia, tuviera las armas necesarias para desarrollar el ajedrez y unificar la voluntad de nuestros pueblos en su fin último de elevar las potencialidades del ser humano que atesoramos. Sobre esta base, creemos útil valorar en un evento de carácter pedagógico, la importancia del ajedrez para el desarrollo de la inteligencia y creatividad en el ser humano de las más disimiles edades, teniendo en cuenta lo que exige el ajedrez en su práctica.
Por otra parte, es nuestro interés destacar la riqueza que ofrece la modelación de la actividad ajedrecística para la educación en su disciplina; y por último, considerar la labor del Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez en su trabajo de promoción del juego con fines educativos y sociales.
Esto lo consideró insólito, teniendo en cuenta el esfuerzo que subyace para obtener estos resultados: Una literatura de muchos miles de columnas de ajedrez en periódicos, revistas, conferencias, torneos, libros, cursos de instrucción, matches en clubes de ciudades y países por correspondencia, telégrafo, miles de cafés donde espectadores en medio de una vida de charlas observan, hacen notas, analizan... "verdaderamente un importante desembolso".
"Este gasto de tiempo en ajedrez podría no ser problema (comenta Lasker) si no fuera un síntoma de debilidad en que ha caído nuestra cultura" (sentenció). "Nuestra educación en todo dominio de esfuerzo es espantosamente un gasto de tiempo y valor. En matemática y física el resultado alcanzado es todavía peor".
Queda del análisis de Lasker un llamado con la necesidad de adquirir una educación armoniosa, a la cual comparó a la producción y elevación de la construcción de un organismo, para lo cual era imprescindible hacerlo florecer por la nutrición de la sangre y el espíritu, y esta comparación no la consideró retórica imaginativa, sino en su concreción por un programa.
El programa de tal educación, sabía no era único para el ajedrez; pero el ajedrez, por su singularidad, era una cosa que podía ser enseñada, en tanto al atesorar una teoría que se conectaba con profundos problemas capaces del elevar el carácter humano, enseña al alumno a pensar por sí mismo, a contribuir su propia tabla valores y a mantenerlo constantemente alerta. Si un participante quiere hacerse dueño de tal riqueza, se demanda de él resolución, fuerza y armonía, y entonces llegar por él a un modelo que sobrepasan el propio campo de ajedrez.
Tales avales desarrolladores no se concretan en un proyecto que por muy novedoso que sea, está muy en relación con una visión del mundo particular y que en más de una ocasión mueren por carecer de aquello que el ajedrez posee, una cultura, una historia y un arma de lucha social.
La pronunciación de las principales figuras del ajedrez por la importancia del juego para que el individuo aprenda a pensar, a razonar, a reflexionara sobre toda la información que recibe, no ha estado dada por un fanatismo, por una actividad que les había subyugado, sino por el carácter del juego que construye una realidad particular liberada de cualquier tipo de dogmatismo que pueda estimular cualquier sistema social para hacer permanentes sus valores en el tiempo, pero que de una manera u otra no dejan florecer la habilidad o disposición para que el individuo utilice su potencia mental en la solución de problemas, toma de decisiones, elaboración de juicios o procesamiento de la información. ¿Como el hombre pudiera ser un factor de cambio si tiene restricciones en su pensamiento? ¿Cómo puede llegar el hombre a producir cambios si está vedado el ejercicio de su pensamiento al tener que asimilar verdades ya hechas?
El ajedrez ofrece un terreno donde hay que aprender a interpretar la realidad, a reconstruirla y a transformarla. El ajedrez ofrece un espejo autovalorativo, pues implica y compromete al individuo con la expresión ejecutoria que alcanza, desplaza la atención al proceso mismo de aprender y hacer, estimula la autodeterminación como única forma de evitar los errores.
No en balde, la voz de José Raúl Capablanca argumentara sobre la necesidad de implantar el ajedrez en las escuelas. La mayoría de los países ex-socialistas lo lograron como actividad curricular desde los primeros grados. En los años 80´s, en América Latina, Venezuela crea un Ministerio de la Inteligencia, que promulgó el ajedrez como un medio indiscutible para los objetivos que se proponían. Recientemente, Estados Unidos lo utiliza como medio de rehabilitación en sus planes antidrogas, y es una actividad que en las penitenciarías goza el prestigio sanador. No con menos fuerza, Estados Unidos desarrolla actividades que a nivel escolar asombran por su nivel de participación. Brasil y Cuba han instituido la necesidad del ajedrez escolar como acuerdo de sus oficinas gubernamentales de deportes y de educación para que su promoción tuviera todo el respaldo oficial que se requiere.
Estas razones y el hecho de que Cuba posea una historia ajedrecística de más de 100 años, y que incluso guarde relación con relevantes patriotas de nuestras gestas emancipadoras, como Carlos Manuel de Céspedes y José Martí; el privilegio de haber contado como José Raúl Capablanca, el más reconocido campeón mundial de todos los tiempos, y Ernesto Guevara, revolucionario integral e impulsor de la práctica masiva del ajedrez en nuestro país, el haber ganado prestigio internacional y mantener la supremacía indiscutible en el ámbito latinoamericano y tercermundista, han sido escalones que situaron en la cima, la decisión de aprobar, crear y promover la labor de un Instituto Superior de Ajedrez, que se sumara a su vez, al título de Latinoamericano, con el objetivo de que abanderado con esta historia, tuviera las armas necesarias para desarrollar el ajedrez y unificar la voluntad de nuestros pueblos en su fin último de elevar las potencialidades del ser humano que atesoramos. Sobre esta base, creemos útil valorar en un evento de carácter pedagógico, la importancia del ajedrez para el desarrollo de la inteligencia y creatividad en el ser humano de las más disimiles edades, teniendo en cuenta lo que exige el ajedrez en su práctica.
Por otra parte, es nuestro interés destacar la riqueza que ofrece la modelación de la actividad ajedrecística para la educación en su disciplina; y por último, considerar la labor del Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez en su trabajo de promoción del juego con fines educativos y sociales.
Exigencias de la actividad ajedrecística al ser humano
El ajedrez es el juego de la ciencia, porque es un producto de la creación humana, producto que dimensiona y construye una realidad especial donde el establecimiento de relaciones a partir de criterios que se desarrollan en la práctica ascensional de su historia y de la confrontación con otro individuo que dirige de jugada a jugada la corrección de la elección oponente, convierte aquello que sólo aspiró a ser un juego, en una fina balanza donde un platillo tiene el conocimiento y el otro, el pensamiento.
El platillo del conocimiento tiene la verdad que encierra la esencia del juego; el del pensamiento es sólo un proceso que lucha por equilibrarse al peso del conocimiento. El fiel oscila: si se sobrepasa a la verdad, hay error; si no se alcanza, también se ha errado. Tal y como si la ciencia de convertirse en entidad personal, hubiera inventado el juego que se le asemeja: aun intuyendo la verdad, habrá que demostrarla y su criterio de verdad más próximo tiene su comprobación en la propia actividad práctica.
Tal reto al hombre no podría pasarle desapercibido por su necesidad de objetivización en una actividad que pone a prueba sus capacidades creativas y desde los milenios de su aparición, el ajedrez invita a utilizar las armas del algoritmo, el signo, el significado, la interpretación, la información, el modelo, la incertidumbre, la optimización, la organización, el pronóstico, la complejidad, la estructura y la función. Hombres de las más diversas formaciones profesionales se ciñeron la corona de la Reina Escaqueada, con la fuerza de sus pensamientos creyeron alcanzar la cima y todos quedaron sin la respuesta de cual fue el error cuando por el peso de una nueva restructuración del orden de las ideas, cayeron derrotadas. Algunos pudieron comprender por qué, a otros les parecía imposible: la esencia del juego tiene un lenguaje inferido de un sistema conceptual compuesto por el ser y el pensamiento, su identidad y diferencia, su interrelación y correlación, y su proceso continuo de desarrollo.
Juego de decisiones que envuelve al hombre en un laberinto lumínico: se abre la luz cuando se toma conciencia de una situación problemática hasta la valoración de su decisión y se oscurece todo cuando las decisiones obtenidas y sus valoraciones no reflejan completamente la situación real.
En esto radica la principal exigencia del ajedrez al hombre y su núcleo parece estar en un secreto de los que sólo son dueños escasos poseedores. Se acusa a los grandes del tablero de un celo profesional, pero en la realidad hasta para ello sólo hay un resquicio por donde se filtra el misterio de la creación y del propio funcionamiento del sistema nervioso.
Cuando un profesional del ajedrez elige una jugada, no es porque haya "visto" todas las jugadas candidatas posibles, sino porque ha podido jerarquizar la comprensión de los subproblemas existentes y con ello el modelo o patrón se esconde porque tiene propiedades muy diferentes a a las variantes que se analizan.
Numerosos grupos de células de toda una serie de campos corticales se relacionan con el funcionamiento de estos modelos o patrones. Elementos periféricos y centrales del sistema nervioso establecen una red dinámica compleja para reflejar en un tono único la realidad, constituyéndose en un sistema funcional especial. Por un lado, hay una codificación del problema, cuyo enfoque determina la formación o funcionamiento del modelo que integra, retiene y vincula la experiencia pasada con la actual, lo cual se produce dentro de la actividad consciente. En este nivel se produce un control que logra ordenar las relaciones para concretar las ideas, combinaciones complejas que suponen la unión de ciertos problemas con los métodos de solución de problemas. Este nivel de combinaciones reflejas son nacidas particularmente en el curso de la vida a través de la experiencia individual, adquirida por procesos de aprendizaje. Estas combinaciones son de una naturaleza individual y se establecen como hábitos o métodos estables de pensamiento.
Por otra parte, hay otro nivel de regulación que se relaciona con aquellas situaciones que exigen nuevas formas y estrategias. La experiencia pasada puede inducirnos hasta errores, pues los métodos o rutinas estables del pensamiento no alcanzan a resolver la situación planteada y comienzan a probarse recursos y a verificar la posible aplicación. El ajedrecista comienza a realizar una selección de datos mucho más libre, independiente en un grado considerable de la regulación superior y de las experiencias pasadas. Nuestras abstracciones de los recursos propios alcanza un nuevo orden que se alternan con la propia valoración del recurso. Esta alternancia culmina con la construcción de un nuevo significado de la posición.
El descubrimiento de nuevos significados no se da por elementos puramente lógicos, sino por los nuevos elementos dinámicos de establecimiento de relaciones priorizadas que construyen de un modo especial la posición. La traducción de los valores que subyacen en este descubrir aún no han encontrado un lenguaje asequible en la generalización y se vislumbra sin dejarse atrapar en las fases de alternancia de la construcción de nuevos significados.
Parece que la imaginación sería suficiente para establecer la explicación a tal hecho, pero en realidad éste es insuficiente si es que no existe un entrenamiento que permite visualizar y con ello valorar la nueva posición con que no estamos familiarizados. Sin tal entrenamiento, el proceso creativo quedaría escondido y reducido.
Cuando el primer nivel de regulación está de manifiesto, el sujeto sabe cómo proceder ante un grupo de posiciones, aunque este banco de soluciones sólo será aprovechado en alguna forma, pero existe una conexión entre los recursos que el sujeto tiene para proceder y la posición para la cual trabaja el sujeto, al haberlos aplicado con anterioridad o no, tiene la posibilidad de aplicar el recurso a un nivel de aplicación cognitiva.
Sin embargo, cuando el sujeto, ante una posición jerarquiza un problema para los cuales los recursos que puede actualizar son insuficientes e incluso entorpecer las formas de solución, de tener la suficiente flexibilidad para hacer una búsqueda más creativa, la cual puede producirse por:
Juego de decisiones que envuelve al hombre en un laberinto lumínico: se abre la luz cuando se toma conciencia de una situación problemática hasta la valoración de su decisión y se oscurece todo cuando las decisiones obtenidas y sus valoraciones no reflejan completamente la situación real.
En esto radica la principal exigencia del ajedrez al hombre y su núcleo parece estar en un secreto de los que sólo son dueños escasos poseedores. Se acusa a los grandes del tablero de un celo profesional, pero en la realidad hasta para ello sólo hay un resquicio por donde se filtra el misterio de la creación y del propio funcionamiento del sistema nervioso.
Cuando un profesional del ajedrez elige una jugada, no es porque haya "visto" todas las jugadas candidatas posibles, sino porque ha podido jerarquizar la comprensión de los subproblemas existentes y con ello el modelo o patrón se esconde porque tiene propiedades muy diferentes a a las variantes que se analizan.
Numerosos grupos de células de toda una serie de campos corticales se relacionan con el funcionamiento de estos modelos o patrones. Elementos periféricos y centrales del sistema nervioso establecen una red dinámica compleja para reflejar en un tono único la realidad, constituyéndose en un sistema funcional especial. Por un lado, hay una codificación del problema, cuyo enfoque determina la formación o funcionamiento del modelo que integra, retiene y vincula la experiencia pasada con la actual, lo cual se produce dentro de la actividad consciente. En este nivel se produce un control que logra ordenar las relaciones para concretar las ideas, combinaciones complejas que suponen la unión de ciertos problemas con los métodos de solución de problemas. Este nivel de combinaciones reflejas son nacidas particularmente en el curso de la vida a través de la experiencia individual, adquirida por procesos de aprendizaje. Estas combinaciones son de una naturaleza individual y se establecen como hábitos o métodos estables de pensamiento.
Por otra parte, hay otro nivel de regulación que se relaciona con aquellas situaciones que exigen nuevas formas y estrategias. La experiencia pasada puede inducirnos hasta errores, pues los métodos o rutinas estables del pensamiento no alcanzan a resolver la situación planteada y comienzan a probarse recursos y a verificar la posible aplicación. El ajedrecista comienza a realizar una selección de datos mucho más libre, independiente en un grado considerable de la regulación superior y de las experiencias pasadas. Nuestras abstracciones de los recursos propios alcanza un nuevo orden que se alternan con la propia valoración del recurso. Esta alternancia culmina con la construcción de un nuevo significado de la posición.
El descubrimiento de nuevos significados no se da por elementos puramente lógicos, sino por los nuevos elementos dinámicos de establecimiento de relaciones priorizadas que construyen de un modo especial la posición. La traducción de los valores que subyacen en este descubrir aún no han encontrado un lenguaje asequible en la generalización y se vislumbra sin dejarse atrapar en las fases de alternancia de la construcción de nuevos significados.
Parece que la imaginación sería suficiente para establecer la explicación a tal hecho, pero en realidad éste es insuficiente si es que no existe un entrenamiento que permite visualizar y con ello valorar la nueva posición con que no estamos familiarizados. Sin tal entrenamiento, el proceso creativo quedaría escondido y reducido.
Cuando el primer nivel de regulación está de manifiesto, el sujeto sabe cómo proceder ante un grupo de posiciones, aunque este banco de soluciones sólo será aprovechado en alguna forma, pero existe una conexión entre los recursos que el sujeto tiene para proceder y la posición para la cual trabaja el sujeto, al haberlos aplicado con anterioridad o no, tiene la posibilidad de aplicar el recurso a un nivel de aplicación cognitiva.
Sin embargo, cuando el sujeto, ante una posición jerarquiza un problema para los cuales los recursos que puede actualizar son insuficientes e incluso entorpecer las formas de solución, de tener la suficiente flexibilidad para hacer una búsqueda más creativa, la cual puede producirse por:
- Proceso analógico.
- Proceso de amplitud productiva.
- Proceso de insight estructural.
A estos tres procesos,el sujeto conoce que A está primero que B, o al menos ha experimentado que siempre que A está presente, ocurre B. Esto puede provocarle fuertes perseverancias, que a un nivel competitivo entorpecen el tiempo de que se dispone para hallar la solución correcta. Al verificar una y otra vez, comprueba la inefectividad del recurso X, entonces en este punto puede comprender que A sea el propio recurso para resolver B, el problema jerarquizado varía su condición y por una analogía cambia la relación entre el recurso y la finalidad.
Otra manifestación de ocurrencia del proceso creativo está en la percepción de un suceso afín, producto de que el sujeto ha ampliado su búsqueda y en este amplio diapasón, el individuo, aunque no desarrolla una organización consciente del proceso de pensamiento, tiene una disposición especial que le permitió atrapar la solución correcta y verificarla en el tiempo requerido. Algo así como la inspiración musical o poética, que es favorecida por condiciones externas o internas al creador.
Por último. el proceso de insight estructural siempre aliado al experto. que puede "leer" desde una posición el método de solución que puede ser aplicado por la ocurrencia del recurso en términos especiales, lógicos, casuales o sistemáticos. La estructura sólo le es presente a un sujeto en particular porque está en dependencia de su propia percepción del problema.
La actualización de recursos, ya sea rutinaria y creativa, implica la aplicación suficiente del sujeto para crear el soporte que le permite construir su fuerza de resolución. En el nivel más elevado, el sujeto debe forjarse una disposición la cual ocupa y penetra todo su espacio de vida, a fin de ser un coleccionista de recursos, lo que obliga a estar en una continua situación de aprendizaje sin restricción alguna.
La fuerza que debe alcanzar el ajedrecista para perfeccionar el desarrollo de su autovaloración, autodeterminación y autoeducación como única vía de crear el soporte necesario que le permita actuar con éxito en el desempeño propuesto, vislumbra las exigencias que éste plantea a las capacidades humanas, más aún si se tiene en cuenta como un todo un desarrollo alcanzado, puede ser entorpecido, si no dañado por la falta de ejercicio suficiente para mantenerse en competencia y reactualizarse en consecuencia.
Otra manifestación de ocurrencia del proceso creativo está en la percepción de un suceso afín, producto de que el sujeto ha ampliado su búsqueda y en este amplio diapasón, el individuo, aunque no desarrolla una organización consciente del proceso de pensamiento, tiene una disposición especial que le permitió atrapar la solución correcta y verificarla en el tiempo requerido. Algo así como la inspiración musical o poética, que es favorecida por condiciones externas o internas al creador.
Por último. el proceso de insight estructural siempre aliado al experto. que puede "leer" desde una posición el método de solución que puede ser aplicado por la ocurrencia del recurso en términos especiales, lógicos, casuales o sistemáticos. La estructura sólo le es presente a un sujeto en particular porque está en dependencia de su propia percepción del problema.
La actualización de recursos, ya sea rutinaria y creativa, implica la aplicación suficiente del sujeto para crear el soporte que le permite construir su fuerza de resolución. En el nivel más elevado, el sujeto debe forjarse una disposición la cual ocupa y penetra todo su espacio de vida, a fin de ser un coleccionista de recursos, lo que obliga a estar en una continua situación de aprendizaje sin restricción alguna.
La fuerza que debe alcanzar el ajedrecista para perfeccionar el desarrollo de su autovaloración, autodeterminación y autoeducación como única vía de crear el soporte necesario que le permita actuar con éxito en el desempeño propuesto, vislumbra las exigencias que éste plantea a las capacidades humanas, más aún si se tiene en cuenta como un todo un desarrollo alcanzado, puede ser entorpecido, si no dañado por la falta de ejercicio suficiente para mantenerse en competencia y reactualizarse en consecuencia.
La promoción del ajedrez por su fuerza educativa
La riqueza del ajedrez para el desarrollo humano, la tradición ajedrecística cubana como consecuencia del triunfo de la Revolución, hizo considerar la posibilidad de buscar superiores objetivos con los mínimos recursos que el juego necesita para su desarrollo.
Es así que el Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez se aprueba por el Consejo de Ministro de la República de Cuba y se funda el 20 de abril de 1992. Se convierte, de hecho, en una universidad especializada que se propone promover el desarrollo de ajedrez en toda Latinoamérica, sustentándose esta aspiración por el nivel competitivo y organizativo que distingue al ajedrez cubano, unido a la identidad lingüística y cultural que hermana a su pueblo con los de la región.
Años de proyecto hicieron la posible conjugación de voluntades que ha dado lugar a esta conquista de nuestro noble juego, lo que constituye un intento de dimensión institucional para fundir pedagogía, psicología, cibernética y otras variadas disciplinas a la maestría ajedrecística, con el propósito de alcanzar un empeño educativo a escala masiva.
De este modo, la aspiración única no es sólo allanar el tránsito hasta la cima competitiva a los talentos, sino además, y principalmente, contribuir a la formación integral de la personalidad humana y el florecimiento de las virtudes que enriquece la práctica del ajedrez.
El ISLA, desde su fundación, ha organizado un grupo de eventos competitivos, lo que ha permitido el florecimiento de una vanguardia de jóvenes talentos de gran porvenir, mediante una modalidad de competencias (open) que nunca antes estuvo popularizada en Cuba y que, además, abre sus puertas al intercambio en la zona.
De igual forma, se ha estimulado la participación en competencias entre las Universidades de América y de Cuba, y en dicho marco se imparten posgrados de carácter internacional con temas de corte pedagógico, psicológico y otros vinculados con el ajedrez.
Con una base de datos de 300 mil partidas, brindamos servicio por medio de una red que abarca todo el territorio nacional, a les escuelas y ajedrecistas que lo solicitan, haciéndoles llegar ficheros textos que luego pueden imprimir.
Del mismo modo, se cuenta con una población electrónica que por la misma vía llega a todos con noticias actualizadas.
Se reeditó la revista Jaque Mate y a través de las organizaciones de radioaficionados, comenzamos a mantener conferencias y talleres interactivos que llegan a toda la región.
En la tierra de Capablanca, el viejo sueño de establecer la disciplina "ajedrez" en las escuelas primarias y secundarias del país es ya una realidad, en cuya materialización al ISLA le ha tocado desarrollar un importante papel. Se preparan los planes docentes, se imparten clases en los principales centros formadores de maestros y maestros de deportes de la nación. De tal modo, la institución es el soporte metodológico para llevar el ajedrez a las aulas.
Esta organización del trabajo y los resultados obtenidos, han abierto las puertas en países de la región para que asentemos filiales en ellos: organización de eventos, actividades en penales, cursos de arbitraje, conferencias, ayudas técnicas mediante las cuales se desempeñan impartiendo docencia entrenadores cubanos, trasladando nuestras experiencias en la impartición de posgrados a la Universidad Experimental Pedagógica Libertador y a la Universidad Central de Venezuela, así como el trabajo con la prensa, la radio y la televisión en esos territorios. En esta primera etapa de trabajo con las filiales se busca el fin de unir las voluntades en favor de proyectos comunes, orientados hacia la difusión y la docencia ajedrecística.
Esta labor del ISLA en el continente hizo que la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) en el congreso de Curitiba, Brasil, 1993, le otorgase la condición de "Organo Docente para el Área".
Se continúa trabajando en los proyectos de implantación de ajedrez en las escuelas, junto a una estrategia de promoción que haga de la red de universidades latinoamericanas, la columna vertebral de este proceso. Éstas son las vías que el ISLA prevé, adaptándolas a las necesidades de las distintas federaciones para el cumplimiento de sus objetivos.
Esta organización del trabajo y los resultados obtenidos, han abierto las puertas en países de la región para que asentemos filiales en ellos: organización de eventos, actividades en penales, cursos de arbitraje, conferencias, ayudas técnicas mediante las cuales se desempeñan impartiendo docencia entrenadores cubanos, trasladando nuestras experiencias en la impartición de posgrados a la Universidad Experimental Pedagógica Libertador y a la Universidad Central de Venezuela, así como el trabajo con la prensa, la radio y la televisión en esos territorios. En esta primera etapa de trabajo con las filiales se busca el fin de unir las voluntades en favor de proyectos comunes, orientados hacia la difusión y la docencia ajedrecística.
Esta labor del ISLA en el continente hizo que la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) en el congreso de Curitiba, Brasil, 1993, le otorgase la condición de "Organo Docente para el Área".
Se continúa trabajando en los proyectos de implantación de ajedrez en las escuelas, junto a una estrategia de promoción que haga de la red de universidades latinoamericanas, la columna vertebral de este proceso. Éstas son las vías que el ISLA prevé, adaptándolas a las necesidades de las distintas federaciones para el cumplimiento de sus objetivos.
Conclusión
Abre así el ajedrez su escenario al publicó más heterogéneo: los que se entregan a su pasión y los que toman el modelo de su actividad para el estudio de las capacidades humanas. Los primeros, con muy pocos elementos, podrán acercarse a una tarea relacionada con la búsqueda y el descubrimiento en situaciones de indeterminación, el estímulo que su desarrollo individual obtiene no podría ser alcanzado tan fácilmente en otras disciplinas que requieren de una larga formación, no sólo para ser asimiladas, sino para poder interactuar en sus problemas fundamentales. Sin embargo, los años 90's son testigo del surgimiento de promisorias figuras del mundo ajedrecístico que apenas alcanzaban los 20 años. Si se ha hablado de acortar los periodos de instrucción para aprovechar el potencial creativo de los jóvenes, el ajedrez ha demostrado cómo hacerlo.
Estas virtudes del juego son del interés para pedagogos, psicólogos y cibernéticos, así como otros especialistas que pueden valorar problemas fundamentales e importantes, extensos y multilaterales tales como la toma de decisiones, modelación y otros.
El ajedrez ofrece una opción dentro de una cultura propia; su ejercicio atempera las capacidades heurísticas del hombre, exigiéndole que su desarrollo requiere afinar todas las cuerdas de su personalidad. El ajedrez, al igual que la vida, requiere la armonía del espíritu con las cosas para poder enfrentar lo difícil, criticar lo dado, desterrar la autosuficiencia, admitir errores y eliminar todo estancamiento. Estos elementos no son retóricos, sino cosas que pueden ser enseñadas : el ajedrez tiene una llave.
La promoción del ajedrez vitaliza su enfoque de fuerza renovadora del pensamiento y facilita el interés de proyectarlo, si se cuenta con una organización metodológica e institucional que centralice todos los esfuerzos de quienes un modo u otro se relacionen con él. Otras organizaciones a semejanza del ISLA, se plantean objetivos similares; sin embargo, en la mayoría de ellas aparecen conceptos de mercantilismo y championismo que debilitan sus proyecciones, y no se concibe como una universidad específica para el ajedrez que tiene como símbolo de la inteligencia en función de las ideas de la unificación del pueblo latinoamericano.
Lic. Nery Maceiras Moya
0 comentarios:
Publicar un comentario